miércoles, 26 de noviembre de 2008

Julia Margaret Cameron

Julia Margaret Cameron ( 11 de junio de 1815 - 26 de enero de 1879 ) fue una fotógrafa inglesa que se dedicó al retrato fotográfico de corte artístico, así como a la representación escenográfica de alegorías que la enmarcan en la corriente de la fotografía academicista.
Llegó a exponer en la Exposición Universal de 1870, y su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Lewis Carroll, gracias a su reivindicación por parte de los fotógrafos del pictorialismo, así como al apoyo del grupo literario de Bloomsbury y a su sobrina nieta Virginia Woolf.

La Literatura, el Renacimiento, la Pintura Pre-Rafaelíta y la Biblia influenciaron su obra. En una carta dirigida a su amigo Sir John Herschel; Cameron le explicó su intención de aliniar la fotografía con el arte, escribió: "mis aspiraciones son ennoblecer la fotografía y alzarla a la categoría de Arte, combinando la realidad con la poesía y la belleza ideal". Creía que la fotografía era la forma para resucitar el arte sacro, para los victorianos el arte era una técnica, el arte fino era expresión pero no necesariamente ético, pero el arte alto era el arte sacro.
Por su posición social y económica, Cameron pudo mantenerse fiel a sus principios esteticos con más tenacidad que otros colegas. Transformó en su casa de campo, el depósito de carbón en cuarto oscuro y el gallinero en estudio.

Cameron repetía las copias una y otra vez, hasta que se sentía satisfecha del resultado. Jamás retocaba o ampliaba sus negativos: sacaba copias de contacto de sus enormes placas húmedas. Trabajaba convertida en una ermitaña de su profesión, descuidada al vestir, sucia en su propio trabajo (sus negativos llevan manchas y huellas dactilares) y apasionada en sus creaciones.


Una de sus preocupaciones era realizar obras genuinas, captar la belleza ideal que emana del rostro de sus modelos. Sus retratos de primeros planos son en realidad primerísimos planos tal vez con una intención metafísica.


Comentario Persoal:

Los retraros de Cameron me parecen un tanto angelicales, como caidos del cielo, la mayoria despiertan ternura y paz, cosa que pocos autores pueden lograr. Su sencillez es algo que confunde, ya que no importa ni el modelo ni la situacion, si no la cantidad de sentimientos y emociones que se plazman en cada pieza de arte que solia crear. Lo mas interesante es el uso de tecnicas con las que transformaba las imagenes en obras unicas, co la ayuda de quimicos e inteligencia.

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