
A través de la fotografía, Carroll trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser disfrutados sin sentimiento de culpa. En su mediana edad, esta visión se transformó en la persecución de la belleza como un estado de gracia, un medio para recuperar la inocencia perdida.
Las fotografías y esbozos de desnudos que Dodgson realizaba alentaron la suposición de que tenía tendencias pedófilas.
La fotografía le fue también útil como entrada en círculos sociales elevados. Cuando logró tener un estudio propio, hizo notables retratos de personajes relevantes, como John Everett Millais, Ellen Terry, Dante Gabriel Rossetti, Julia Margaret Cameron y Alfred Tennyson. Cultivó también el paisaje y el estudio anatómico. Dodgson abandonó repentinamente la fotografía en 1880.
Comentario Personal:
Desde que leí a Carroll, noté cierta afición por los niños, ahora en la fotografía, pues no hacen falta los comentarios. Su fotografía va hacia donde mismo, niños, poses y pretensión, me parece una persona inteligentísima ya que llevaba a cabo varias de mis actividades favoritas, es verdad que sus fotografías emanan belleza y estética, aunque una estética muy al natural y se disfruta eso.
Pareciera a simple vista fotografía muy básica, esa es una de las cosas que la hacen tan agradable, el hecho de ser tan simples y con tenues toques de belleza.
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